Pablo Rochi
Álvaro Moreyra

Pasó otro año. Una temporada que de a poco expira dejó sensaciones de todo tipo. De las buenas. De las malas. Celebraciones, sinsabores. Alegrías y tristezas.
El 2018 ya es prácticamente historia, aunque todavía resten algunos días para que se despida por completo. El calendario deportivo aportó momentos importantes para el deporte entrerriano, aunque también expuso de los otros. El año que se escurre, a diferencias de otros, no dejó mucho material del bueno a la hora de realizar un repaso, pero bien vale la pena destacar lo hecho por los jóvenes entrerrianos en los Juegos Olímpicos de la Juventud, sin dudas, lo más destacado del año.

JUEGOS OLÍMPICOS DE LA JUVENTUD

Hace poco más de un mes y medio, Argentina fue epicentro de un evento deportivo internacional que acaparó la atención en varios puntos del planeta: los Juegos Olímpicos de la Juventud Buenos Aires 2018.
El evento dejó buenos momentos para el deporte argentino, con la conquista de muchas medallas y fundamentalmente deportistas con mucha proyección.
Los JJ.OO. de la Juventud contaron con la presencia de más de 4000 atletas de todo el mundo y en ese marco hubo tres entrerrianos que sobresalieron y volvieron a sus respectivos pagos con una medalla en el cuello.
Las conquistas de estos jóvenes deportistas fueron tan importantes que dos de ellos, hace algunas horas nada más, coronaron su gran temporada obteniendo el Olimpia de Plata en sus respectivas especialidades, la estatuilla que históricamente entrega el Círculo de Periodistas Deportivos y que distingue a los mejores: Nazareno Sasia y Brian Arregui, en atletismo y boxeo, respectivamente.

Un cerritense con mucha proyección

Nazareno Sasia fue uno de los que se llevó todos los flashes en los Juegos Olímpicos de la Juventud. El entrerriano de más de 1.90 de altura, pero con apenas 18 años, tiró por tierra todos los récords, hasta los propios, y se subió a lo más alto del podio en el lanzamiento de la bala.
El cerritense, en el primer intento nomás, arrojó la bala a 21.94 metros, para concluir primero en la etapa inicial.
Después, como si eso fuera poco, Sasia se encargó de romper dos veces su mejor marca personal. El cerritense batió por primera vez su récord personal al marcar 21.58 metros. El segundo fue de 21.05m. y el tercero de 20.96m, pero quedó en la historia al señalar 21.94 metros.
Ya en la final, Sasia se adjudicó la medalla de oro al arrojar el elemento a 21,25 metros de distancia, menos que en la clasificación, pero lo suficientemente lejos como para ser el mejor y así cumplir con los pronósticos y expectativas depositadas en él.
El natural de Cerrito superó al chino Jialiang Xing, con 20.89 metros, y al italiano Carmelo Musci, que logró 20.76 metros, y que fueron medalla plateada y de bronce, respectivamente.
Es para destacar que Naza Sasia siguió todos los pasos que requiere este tipo de actividad, pues empezó en su Cerrito natal, se trasladó a Paraná donde en la actualidad entrena con un experimentado en la materia como Sergio Alfonsini y alterna con uno de los mejores lanzadores de la historia de este deporte en la Argentina: Germán Lauro.
Está más que claro que Sasia es una de las mayores promesas del atletismo argentino y de continuar así su futuro está cerca de los Juegos Olímpicos de mayores.

Un villaguayense que sueña a lo grande

Brian Arregui fue otro de los entrerrianos destacados en Buenos Aires 2018, evento al cual llegó prácticamente en silencio. Es que si bien cuenta con un palmarés interesante en su corta carrera pugilística, no era el gran candidato en su categoría, sin embargo fue adquiriendo confianza con el correr de los combates y así se subió a lo más alto del podio.
En el combate final de la categoría Welter hasta 69 kilos, el villaguayense se impuso al marroquí Yasine Elouarz y se vistió de oro. El entrerriano se impuso en tres asaltos y fue por decisión unánime de los jueces.
Arregui obtuvo una categórica victoria, pues cuatro de los jurados lo dieron como ganador por 30-27 (ganó los tres asaltos), mientras que el restante lo favoreció con 29-28.
Como gran parte de los boxeadores, Arregui tiene detrás una historia dura. Es el menor de cuatro hermanos, se calzó los guantes por primera vez a los nueve años, a poco de perder a su papá y creció como boxeador de la mano de Darío Pérez, primero su entrenador y después su suegro, porque junto a Paola, hija del coach, están en pareja y tuvieron a Briana.
A los 18 años consiguió su conquista más importante, una medalla olímpica, algo que no ocurría desde los Juegos Olímpicos de Londres 1948. Aquel año se coronaron Rafael Iglesias (Pesado) y Pascual Pérez (Mosca), y desde entonces Argentina no conseguía una medalla dorada en una competencia olímpica. Ahora irá por más…

(más información en la edición gráfica 1092 de la revista ANALISIS del 20 de diciembre de 2018)