S.A
La ALBlues pareciera que es de esas cosas que suceden sin querer queriendo. Por lo menos eso se entiende cuando Alejandro Bravo comienza a describirla, como si hubiese sido con él toda la vida. La AlBlues surge de la necesidad de encontrarse en un mismo deseo. De todo ese magnetismo involuntario pareciera que nace la ALBlues. Quizás tenga que ver con las cualidades que Alejandro Bravo, director general de la Asociación le resalta al género: “no hay estrellato, no hay personalismos, en el blues no existe eso. Es música popular, popular en tanto música del pueblo. Hay como una intención de querer hacer una cuestión colectiva, de que cada cual aporta su cosita y eso hace un todo; me parece que eso es el abc de la vida”.
Lo cierto es que hay un gran trabajo detrás de cada presentación y a la par de ese trabajo, un gran goce. “Nosotros no somos una banda, somos un grupo de músicos que se reúnen para rendir culto a un género. Así surgimos, juntándonos con las chicas y los chicos que hacen blues a escuchar música, a conocer la historia del género, que no es un detalle menor, tenemos que valernos de la historia todo el tiempo”, repasa Alejandro Bravo, guitarrista de la ALBlues.
Músicos devenidos en productores, hoy producen shows con artistas internacionales, tienden lazos con productores de la región como Adrián Flores y posicionan a Paraná como un escenario donde el blues debe hacer la parada obligada. “Caímos en la cuenta de que si no lo hacíamos nosotros no lo iba a hacer nadie, que nadie está tan loco en Paraná como para hacer lo que hacemos nosotros. En un principio, cuando hicimos la primera producción con Tail Dragger, en diciembre de 2017, dijimos ‘si vamos a hacer una apuesta, que sea con un artista grande’. Hicimos la movida, logramos costear todos los gastos y de ahí no paramos más y seguimos”.
Al blues le hace falta Cookie
Este sábado primero de junio en el Club Social de Paraná, la ALBlues invita a un show donde confluirán dos mundos totalmente impensados pero unidos por una misma sonoridad. Se trata de la guitarrista y cantante afroamericana Cookie Mcgee. “Cookie viene de Dallas, Texas, que es un estado con mucha historia de blues. Va a estar presentando una mezcla de sus dos materiales discográficos y por supuesto va a hacer unos temas de Freddie King; estuvo muy vinculada a su familia durante mucho tiempo. Va a ser toda una experiencia, es la primera vez que viene una artista afroamericana mujer, que toca la guitarra y canta. Cookie toca de una manera excepcional la guitarra; sobre todo porque ella toca con las cuerdas al revés, es zurda y no invierte el orden de las cuerdas. En el blues hay mucho de eso, le da un feeling característico sobre todo a las partes de las estiradas de cuerdas, está buenísimo poder verlo en vivo”, adelanta Alejandro Bravo a este medio y rompe con el sin fin de imposibles. Y agrega que traer a un artista internacional de esa talla “no es descabellado. Hoy en día la situación del país hace que traer un artista sea medio complicado, porque estamos con una relación dólar- peso totalmente desfavorable. Se hace complicado y por eso apostamos a hacerlo; porque creemos que en tiempos como los que estamos viviendo hoy es necesario darle una alegría a la gente. Traer un artista de estas características, si bien a nosotros nos puede costar básicamente todo, lo vale”.
Dos años de base
Hace dos años que la Asociación Litoraleña de Blues lleva adelante las ya tradicionales Jam de Blues en el consagrado bar del puerto paranaense Limbo Pub. De este modo ha logrado instaurar en ciertos sectores que los domingos no son de cama, película, series o desasosiego. Los domingos son de blues. “No vivimos de la música, pero creo que los principales objetivos de la asociación se han cumplido. Al principio, cuando arrancamos queriendo hacer una movida de blues en Paraná y lo logramos. Se logró unificar al público; hoy en día el público es uno, la gente va a ver blues, no importa quién toque. Y el objetivo que fue medio volado en su momento, era hacer de Paraná una plaza de blues a nivel nacional, pero se nos fue de las manos y terminamos siendo una plaza a nivel internacional. Así como hay productores que nos mandan sus artistas, hay artistas que vienen solos porque andan de paseo en el país y ya se contactan con nosotros para hacer alguna movida. Es re loco, porque vos pensás cómo llega mi proyecto a otros países; esa es la parte buena de las redes sociales. Eso hace dar ganas de seguir trabajando. Cada artista que viene a Paraná está dejando algo en nosotros, estamos aprendiendo de primera mano cosas que antes eran impensadas. Estar compartiendo tres días con un artista que vos mirabas en un dvd; si no hubiésemos hecho todo este laburo no hubiese pasado”, asegura Alejandro Bravo haciendo un balance de lo que han sido estos dos años de intenso trabajo desde la autogestión, la pasión y la apuesta a soñar en grande.
