La Albiceleste, con 13 jugadores entrerrianos en un plantel de 17, levantó por primera vez la corona más importante de la disciplina. El equipo nacional solamente perdió un partido en todo el torneo, ante Japón, aunque después se tomó revancha ni más ni menos que en la final. Fue la coronación de un proceso de cuatro años y la continuidad de un trabajo que comenzó en 2010. Paraná volvió a mostrar que es la Capital Nacional de este deporte, que se acostumbró a codearse con los mejores en los últimos años. ANÁLISIS charló con varios protagonistas, que dejaron sus sensaciones.

Álvaro Moreyra

Los primeros batazos comenzaron en el Parque Escolar Enrique Berduc y hoy se dan en uno de los mejores escenarios del país: el Estadio Mundialista Ingeniero Nafaldo Cargnel.

Allá por la década de 1950 fueron muchos los profes que buscaron implantar el sóftbol en la capital entrerriana: Enrique Godoy, Héctor Romero, José María Segovia, entre otros. Hoy, en 2019, Federico Eder, Gustavo Godoy, Manuel Godoy, Ladislao Malarczuk, Pablo Migliavacca, Teo Migliavacca, Mariano Montero, Bruno Motroni, por citar algunos, son los reyes de este deporte en el planeta.

Más de medio siglo y mucha agua bajo el puente tuvo que pasar para que un equipo argentino se suba a lo más alto de un podio mundialista.   

Aquellos iniciadores tal vez nunca imaginaron lo que pasó hace algunos días nada más en República Checa, más precisamente en Praga, donde Argentina levantó por primera vez el trofeo más importante del sóftbol en todo el planeta.  

Los precursores comenzaron por divulgar la disciplina en las escuelas primarias, luego fueron los torneos escolares y más tarde pasó como una actividad para la secundaria, con los recordados intercolegiales.

Esos alumnos, ya más grades, comenzaron a acercarse a los clubes para empezar con la divulgación del sóftbol. A resumidas cuentas, así comenzó la actividad de este deporte en lo que hoy es denominada “La Capital Nacional” de la disciplina.

Recién en 1964 un seleccionado de Paraná participó en un Campeonato Argentino de Mayores. Fue en Capital Federal  y desde ese momento la capital entrerriana fue protagonista en las diferentes categorías y estuvo en muchas finales.

Entonces Paraná empezó a ser reconocida en el plano nacional y también internacional. En la década de 1980 los clubes comenzaron a mejorar sus campos de juego y fue en 1989 cuando se construyó el estadio Nafaldo Cargnel, conocido como la Catedral del Sóftbol Argentino. Se inauguró para los Panamericanos de ese año y, tiempo después, fue subsede de los Juegos Panamericanos de Mar del Plata.

Más acá en el tiempo hubo varios certámenes internacionales, con seleccionados nacionales de primer nivel. En 2012 llegó el recordado título Mundial Juvenil en Paraná y fue el comienzo de un ciclo por demás exitoso, que se coronó el domingo anterior con el título ecuménico en la categoría Mayor.

(Más información en la edición número 1099 de ANALISIS del jueves 27 de junio de 2019)