Hace un año y medio, Gastón Fleita Moreyra, un joven apasionado por la historia de Gualeguay y las letras, descendió al sótano de la Biblioteca Popular Carlos Mastronardi de esa ciudad sin saber que ése día sería el de un hallazgo inconmensurable. Sobre un placard desvencijado, cuatro cuadros polvorientos. Al descubrirlos jamás imaginó que llevarían la firma del reconocido poeta entrerriano Juan L. Ortiz, en su costado inferior derecho. Revista ANÁLISIS tuvo acceso exclusivo a los retratos de Juanele de la mano del joven que rescató de la oscuridad un perfil desconocido del ilustre poeta, quien 40 años luego de su fallecimiento, sigue dando frutos para emocionarse.
Sofía Arnaudín
Gastón Fleita Moreyra desconcierta, de a ratos. Con tan sólo 23 años, pareciera que ha visitado infinidad de mundos y los ha analizado con sensibilidad y detalle. Sin dudas, uno de esos mundos es la hemeroteca de la Biblioteca Popular Carlos Mastronardi, ubicada en 25 de Mayo 414, que en la humilde empresa de “rescatar historias perdidas, historias que no se cuentan” visita casi periódicamente y desde muy pequeño. “He sido una jeringa, me he metido en todos los lugares, pero no por protagonismo, sino por hacer: siempre vengo a la biblioteca a hacer mis trabajos de investigación. Los tengo re cansados a Carlos (Zárate), Aníbal (Vescina), Cristian (Ghazi), Luisina (Viviani)”, cuenta a esta cronista, haciendo referencia a los trabajadores e integrantes de la Comisión Directiva actual de la Biblioteca Popular Carlos Mastronardi y Sociedad de Fomento Educacional Antonio Medina. La última que menciona, Luisina es la presidenta de la institución.
“Un día los chicos me dicen: ‘Vos sabés que hay unos cuadros viejos en la hemeroteca del Diario La Nación’ -hemeroteca que se encuentra en el sótano de la biblioteca-. Un día voy, bajo al sótano y estaban esos cuadros apilados; esto hace como un año y medio atrás. Los miré y cuando limpio uno de los cuadros que estaban llenos de polvo, decía Juan L. Ortiz. Casi me descompenso”, confiesa emocionado el joven investigador y poeta.
Lo que Gastón Fleita Moreyra tenía en la mirada en ese momento eran cuatro retratos a carbonilla sobre papel que ilustran los rostros de cuatro presidentes de la Sociedad de Fomento Educacional: el Dr. Antonio Medina, primer presidente de la Sociedad de Fomento Educacional; don Clariso Hereñú, presidente de la Sociedad "La Argentina" y de la Sociedad de Fomento Educacional; Mateo Solá, primer Presidente de la Sociedad "La Argentina", presidente de la Sociedad de Fomento Educacional y el primer bibliotecario de la Sociedad de Fomento, y el Dr. Alberto Beherán, que también fue presidente de la Sociedad de Fomento; los tres primeros con fecha de 1916, siendo el último fechado el año 1925.
“Yo ya había visto las imágenes de esos cuadros en un fragmento del Diario “El Día” del año ’41, de cuando cumplió 50 años la Sociedad de Fomento Educacional; habían hecho una crónica de los 50 años de vida de esa institución y en esa crónica estaban esos cuadros que yo estaba mirando. Este diario me lo regaló una amiga de mi abuela, que sabía que a mí me gustaba andar en todo eso. Cuando pasa el hallazgo de los cuadros, yo me acuerdo que en ese diario figuraban los mismos que yo estaba mirando; entonces se lo doné a la biblioteca”, comenta Fleita Moreyra y lee en voz alta un fragmento de aquella crónica de “El Día”, considerado de difusión cultural y social en aquel entonces. “`Hay que fundar una biblioteca para ilustración del pueblo y los vecinos animosos y decididos se juntaron en el Teatro Nacional. (..) Ahí surgió la Sociedad Fomento Educacional con todos los presentes por socios.
Eran sus fines nobles: instalar una biblioteca popular’. El 8 de diciembre de 1891 quedó constituida la primera Comisión Directiva a cargo del Dr. Pedro Medina”, concluye Fleita Moreyra, al desandar un caminito que lo llevó, inevitablemente, a encontrarse en el sótano de la Biblioteca Popular un año y medio atrás.
(Más información en la edición número 1099 de ANALISIS del jueves 27 de junio de 2019)
