Es diputada, fue parte de la gestión del intendente de Paraná, Adán Bahl. Comenzó hace tiempo en política y dice que es difícil que deje de participar. Hoy es presidenta del Club Talleres, la segunda mujer en ocupar ese cargo. Y entre otras comentó a la Revista ANÁLISIS que los hombres “en lo discursivo sostienen una agenda con perspectiva de género, pero en la diaria, no te sientan en una mesa a tomar decisiones no te participan de las reuniones que son importantes”.

Por Claudia Martínez

(Especial para ANÁLISIS)

A pesar de que sea abril, el calor en Paraná seguía arreciando. La pileta del Club Talleres, enclavada en medio del club, daba una hermosa sensación de frescura en medio de tanto agobio.

Talleres es un club de barrio familiar, lleno de chicos y chicas que practican básquet, hockey y de familias que simplemente llegan a tomar mate y pasarla juntos.

“Estamos tratando deponer en condiciones la cancha de hockey sobre patines con arreglos en las tablas y las paredes para que podamos de jugar de local, estamos con todas las pilas para terminarlas”, cuenta Carina sentada en la sombra de una escalera de la entidad.

“En la Municipalidad estuve 6 meses. Fue un 24 de junio y pegué la vuelta el 1° de diciembre cuando se me terminó la licencia. El intendente me había pedido organizar Desarrollo Social y Participación Ciudadana que eran dos Secretarías que transformamos en una sola: la Secretaría quedó completa incluso gente que se fue de diputados para acompañarme y yo volví a la tarea de legisladora”, relató.

Cumplió 40 años el 18 de octubre: “El mismo díaque el ex gobernador Jorge Busti- dijo riéndose-cumplís igual que el Conejo”, le decían cuando entró a trabajar en el 2016.

Un lugar, un barrio

“Viví hasta los 3 años en Villa Almendral, por eso tengo tanta cercanía con Puerto Sánchez y esa zona. Ahí vivían mis abuelos Pirucho y Ofelia, mi papá era el más chico de 5 hermanos y se llama Lucio. Toda la vida él y mi abuelo fueron empleados en Vialidad, hasta que un día a mi padre le dieron una casa en Paraná V y ahí fuimos todos a vivir. Mi mamá siempre fue ama de casa”, narra mientras de afuera la apura su marido quien la tiene que llevar a otra actividad.

A la hora de contar su derrotero en la educación, cuenta: “Hice mi primaria en la Escuela 197 Héroes de Malvinas y la secundaria en la privada en la escuela Nuestra Señora del Luján con el título de Auxiliar Docente en Educación Física, Deportes y Recreación. Mi vocación frustrada porque tendría que haber sido profesora de Educación Física y no abogada”, reconoce.

“No seguí el profesorado de Educación Física porque no era muy buena en gimnasia deportiva que en ese momento era la materia filtro en el Instituto en Buenos Aires. Tengo mi vocación, soy re docente, re maestra ciruela y por eso siempre me vínculo con todo lo que sea deportes”,admite.

Estudió abogacía en la Universidad Católica y egresó a los 23 años.

“Luego me especialicé en Derecho Notarial, soy escribana, trabajé en el Banco de Entre Ríos, en un centro de cobranzas, en un estudio de abogados, Bonaccosa, Raiteri y en otros lugares más. Y en 2006 entré a trabajar en Arquitectura de la provincia. Estaba Busti de gobernador, (Sergio) Urribarri de ministro. Y entré a trabajar porque necesitaban abogados en el estudio de propuestas de obas públicas, había un programa que se llamabaReconstruccion de escuelas entrerrianas. Y después pasé al Contable de Obras Públicas donde lo conocí a Beto Bahl. Sabía que era una abogada que estaba ahí y ahí arranque trabajando con él. Fui directora del Contable, después pasé a ser coordinadora de Gestión de él, atendía a los intendentes, presidentes de Juntas de Gobiernos”, afirmó.

(La nota completa en la edición gráfica número 1129 de la revista ANALISIS del miércoles 13 de abril de 2022)