El actual diputado provincial Juan José Bahillo (Más por Entre Ríos) fue entrevistado en el programa “Cuestión de Fondo” (Canal 9, Litoral) donde se refirió a las medidas que anunció el ministro de Economía de la Nación, Luis Caputo, a las que criticó en duros términos y las calificó que atrasa 100 años.

También se refirió al flamante gobierno de Rogelio Frigerio y adelantó que la postura como oposición será la de colaborar y rescató del discurso de asunción la convocatoria al diálogo, a trabajar en pos de la transparencia y acceso a la información pública, entre otros temas. Y ahondó: “Nuestro rol es aportar todo lo que podamos aportar para que a los entrerrianos y a las entrerrianas les vaya bien. Y en ese sentido que también le vaya bien a Frigerio”.

-Se lo percibió muy molesto con las medidas que anunció el ministro de Economía de la Nación, Luis Caputo.

-Sí, la verdad que sí. Estuvimos haciendo un repaso con el grupo de trabajo y con algunos otros funcionarios que compartíamos en el Ministerio de Economía e hicimos, algunas reflexiones que las publicamos a través de las redes sociales y tienen que ver con que el ajuste -como lo había prometido (Javier) Milei-, lo debía pagar la casta política. Pero, no ha sido así. Es una falacia decir que va a bajar 15 puntos del Producto Bruto Interno (PBI) ajustando a la política. En el mejor de los casos, no sé si llega a un punto del gasto de la política. Con lo cual todo lo demás venía hacia otro sector, y ayer (con el anuncio de Caputo) quedó muy de manifiesto: lo paga la gente, lo paga el trabajador que pierde capacidad de consumo, la eliminación de subsidios a la tarifa que es un impuestazo importante. Además, no hay un plan. Es una devaluación, más un tarifazo, más un impuestazo. No hay un horizonte de salida. Tampoco o hay políticas de contención para los sectores más vulnerables, ni para los sectores productivos. Y, en lo particular, quizás no sea de la visibilidad mayor del plan, pero la suba casi indiscriminada de retenciones a las economías regionales… y cuando hablamos de economías regionales hablamos del arroz, de la miel, de los cítricos, de la nuez pecán, del sector forestal industrial, del vino, del tabaco. Y aplican retenciones del 15 por ciento. ¡Es una barbaridad llevarle la retención a este tipo de economías a un 15 por ciento! Son pequeños productores, medianos productores, diseminados a lo largo y a lo ancho del país, que no tienen escala, que tienen más un desarrollo vinculado con el arraigo, con alguna cadena de valor, con mucha tecnología también y con mucho desarrollo; pero, que no resisten una alícuota de retención del 15 por ciento. Y, por otro lado, “primariza” mucho la economía, porque lo mismo da exportar el arroz con cáscara, por ejemplo, que un alfajor de arroz que tiene un altísimo valor agregado, con un producto que tiene inversiones, que genera trabajo, que genera desarrollo. No hay un incentivo hacia la transformación, hacia el agregado de valor y hacia la generación de empleo. Es una medida que atrasa 100 años.

¿Usted creías que iba a ser diferente, esta etapa del presidente Javier Milei?

-Yo esperaba que no fuera... Primero, yo espero que a los argentinos y a las argentinas les vaya bien. Lo mismo que dicen desde la política: que a Milei le vaya bien, así le va bien a la gente. Bueno, yo doy vuelta eso, pero es lo mismo. Digo, que a las argentinas y a los argentinos les vaya bien, y le va a ir bien a Milei. Ahora, no con este grado de profundidad y casi de torpeza y de insensibilidad en la magnitud de las medidas que se toman. No se puede eliminar ligeramente los subsidios a las tarifas sin contemplar una segmentación. No es lo mismo cómo impacta en mi economía la eliminación de los subsidios en las tarifas, que lo que puede impactar en un jubilado que cobra la mínima. Ahí tiene que haber una empatía, una sensibilidad.

-El gobernador Rogelio Frigerio indicó prefiere esperar unos días para ver si no hay medidas complementarias de lo que anunció Caputo, que acomode un poco mejor la realidad.

-Ojalá, así sea. Digamos que no está mal corregir. Uno se equivoca cuando está en la función pública. Lo peor que uno puede hacer es no tomar decisiones, porque inmoviliza la gestión. Se toman muchas decisiones porque los desafíos día a día son importantes. Y en ese proceso de tomar decisiones posiblemente nos equivoquemos muchas veces. No está mal corregir. Y, sobre todo, corregir si se tiene una mirada empática con los sectores más necesitados, con los trabajadores, con los comerciantes, con las pymes. El costo del combustible va a andar del diésel en alrededor de 800 pesos el litro. Eso impacta en todo lo que es la actividad de la agricultura, de la ganadería y en toda la logística de transporte de manera importante.

- ¡Y en la gente normal! Impactará en un remisero o un taxista que vive de eso, por ejemplo.

-Completar el tanque de un auto mediano, normal, hoy es alrededor de 40.000 pesos. Dos tanques por mes en una familia tipo son 80.000 pesos.

-Imaginamos que serán conscientes después de lo vivido en las elecciones que, si ganó Milei, en parte es porque la ciudadanía dejó de creerles a ustedes.

-Indudablemente, lo primero que nos tenemos que preguntar es por qué Milei logra ese porcentaje y por qué una personalidad de las características de Milei, disruptiva de la política, logra este proceso de consolidación en menos de dos años. La primera autocrítica tiene que ser nuestra. Y sería necio en esta parte no admitir que una inflación en los dos dígitos, como estuvo dando el resultado de noviembre, que más allá estuvo muy alterado por el proceso electoral, pero que veníamos en una inflación muy alta, indudablemente influyó en la decisión del voto. Y lo último que yo voy a hacer es enojarme con el votante. El primer fracaso, el primer síntoma del fracaso de un político es cuando ese político se enoja con el votante. Y cuando lo hace es porque no entendió nada. El votante algo te quiere decir y el voto de la gente -si somos gente de la democracia- siempre es bueno cuando te acompaña y cuando no te acompaña. Seguimos trabajando en comunicación con Sergio Massa y con su equipo, en un proceso de autocrítica, y obviamente con la contra fáctica del día lunes es mucho más fácil hacerla. Y seguramente muchas cosas que no hicimos debimos hacer y cosas que hicimos debimos haberla hecho de otra manera. Pero, nunca con la brutalidad, aunque sea una palabra un poco excesiva, calificativa, pero nunca con la brutalidad con que se tomaron estas decisiones que impactan tan de lleno en la economía de la gente.

-Hoy ya no estás en el poder central. Massa ya no es más el hombre más poderoso que había, por lo menos en este último año que pasó en el gobierno nacional. Hoy por hoy, ¿reconoce cuánto tuvo que ver en el final de Massa la realidad impuesta por el kirchnerismo?

-No, yo creo que hay que mirar la película completa, por lo menos esa es mi lectura. No necesariamente soy el dueño de la verdad, pero en el proceso de estos cuatro años de gobierno hay de todo. Hay una herencia recibida, también hace cuatro años, pero que tiene que ver con un endeudamiento ya a límite de nuestro país, que ya no tenía más crédito externo, con un default en pesos y en dólares; con una situación de nivel industrial de capacidad instalada y de actividad económica muy mala. A eso hay que sumarle el mal de la pandemia. Ahí tenés un contexto, tenés otro problema que no es causa de nadie como lo fue la pandemia. Después de salir de la pandemia, ahí sí, seguramente cometimos errores. Nosotros ahí deberíamos haber empezado (yo no estaba en el gobierno nacional, pero me hago cargo, no hay problema) a corregir algunas cuestiones, a cuidar los dólares: que tuvimos dos muy buenas cosechas y no cuidamos los dólares como se debieron cuidar y que después nos faltaron. Quizás ahí sí, debimos hacer un proceso de todo lo que se había inyectado para sostener la actividad económica y el empleo durante la pandemia y empezar a reordenar en términos macro a la economía. Y no lo hicimos durante un año y medio, y creo que ahí está el error también nuestro. Y después, cuando llega Sergio Massa, es una situación muy similar a cuando se va. ¿Por qué? Porque ya no había dólares en el Banco Central. Cuando asume Sergio en agosto de 2021, ya no había dólares, estábamos en una situación límite desde lo político, con un vaciamiento político, con una crisis interna que es responsabilidad de todos. Y se hablaba -digámoslo, como dicen los chicos-, digamos todo, se hablaba hasta de la posibilidad de una culminación anticipada del mandato. Bueno, Sergio Massa reordena todo eso, ordena la política y empieza con algunas medidas en términos macroeconómicos que fortalecen la situación, como el programa Incremento Exportador. Se ordena bastante la economía, se baja la inflación, inclusive al 4 por ciento, si no recuerdo mal, en octubre. Y después, lamentablemente, en vez de poder seguir avanzando en ese camino, viene una sequía, la sequía más grande de la historia. De esa sequía no tiene la culpa nadie y tuvimos que transitar el último año con esa sequía. Entiendo que el vecino común, el que no trabaja en el campo, que es el otro la sequía afectó, no lo entienda y te diga: “ah, flaco, yo lo voté para que ustedes gobiernen, no para que me compliquen la vida”. Pero, la verdad es que la sequía nos complicó enormemente la vida. Nos faltaron 20 mil millones de dólares en un país que el principal problema que tiene, de manera estructural, es la falta de dólares. Y eso nos complicó enormemente. Transitamos todo el año con una ingeniería financiera que nos permitió llegar hasta acá, no se hicieron ajustes, se mantuvo el nivel de actividad, fue bajando el desempleo, y hubo otras cuestiones que no las pudimos corregir o manejar como nos hubiera gustado con moderación. Pero, creo que esa es toda la evaluación que yo hago. Si algunas cosas que pudimos hacer antes no las hicimos, es cierto. Que la herencia que tuvimos fue complicada, es cierto. Y que el contexto del último año fue el peor contexto que nos hubiéramos imaginado, también es cierto.

-El lunes asumió Rogelio Frigerio en la provincia e hizo dos discursos duros, trazando una realidad compleja de la provincia, ¿Cómo le cayó?

-Pues la realidad compleja de la provincia nadie puede escapar: los números de la provincia no pueden escapar de la realidad de la sociedad. La macroeconomía te come la micro, y la provincia depende del ordenamiento macroeconómico nacional. Por lo cual el mismo estrés o tensión que tienen las cuentas públicas nacionales, tienen las economías de los trabajadores, de las empresas, de los sectores productivos, y tiene la provincia. No podemos tener una provincia holgada en términos presupuestarios cuando la sociedad está en una situación de estrechez muy importante. Esa es la realidad que le toca a Frigerio hoy. En cuanto a los discursos que dio en la Legislatura, que fue muy breve, rescato la convocatoria al diálogo, la convocatoria a trabajar en pos de la transparencia y acceso a la información pública. Alineamientos que puede contar tranquilamente con nosotros en ese sentido. Me hubiera gustado que no sea tan, vamos a usar un término de los adolescentes, “tan picante” en algunas cuestiones, en algunos conceptos, tan duro.

- ¿Cómo ser?

-Una descalificación a veces generalizada de hechos de corrupción, que, si hay que denunciarlos, y hay que darle todo lugar a la justicia y que se lleven adelante. Pero. si yo te convoco al diálogo, es mi responsabilidad también generar las condiciones para ese diálogo. Que haya construcción de confianza. No puedo convocar al diálogo y a su vez descalificar al interlocutor.

-En rigor, le apuntó fundamentalmente a lo que pasó con Sergio Urribarri y a lo que pasó con la causa contratos.

-Estuve en varias asambleas legislativas y yo repasaba… no recuerdo que Gustavo Bordet haya tenido conceptos tan duros con la oposición en estos ocho años. Por ejemplo.

-Sí, siempre se mantuvo distante y equilibrado.

-Con mucha mesura y con mucho respeto. No digo que Rogelio (Frigerio) nos faltó el respeto.

-Lo que pasa también es que hay que entender que fueron 20 años de gobierno justicialista. Y aparece la figura de alguien de lo que sería la oposición a esos 20 años. Y eso lo ha remarcado.

-Está bien, el peronismo tiene que “de-construirse” como dicen ahora los adolescentes, y ser oposición. Y acá hay una palabra que es la democracia. Algunos ponen al oficialismo y otros a la oposición. Y la oposición se puede entender como que tenemos el rol de oponernos. Nada más lejos que de ese rol. Nosotros hemos charlado en el bloque entre diputados y yo he charlado personalmente con algunos senadores. Nuestro rol es aportar todo lo que podamos aportar para que a los entrerrianos y a las entrerrianas les vaya bien. Y en ese sentido que también le vaya bien a Frigerio.

-Eso está decidido. Todas las iniciativas que anunció Frigerio las van a acompañar.

-Nadie le puede pedir que en el primer discurso -el que dio en la Plaza Mansilla-, trace todo el alineamiento, sería un exceso de mi parte pedirle que le dé contenido. No. Ya le irá dando contenido a través de distintas propuestas, a través de iniciativas legislativas, programas, y lo iremos evaluando. Pero, todo lo que sea aporte para mejorar la calidad de vida, la infraestructura, las condiciones productivas, el desarrollo del interior de la provincia, la generación de empleo, la transparencia, el acceso a la información, ahí estaremos. Me pareció interesante esta convocatoria que hizo en términos de convocar a las universidades en el marco de la ciencia y la técnica, y también a las autoridades educativas, para desarrollar todo un conocimiento de la ciencia y la tecnología aplicada a la producción para el desarrollo. Esas son las ventajas competitivas que hoy tienen nuestros sectores productivos. Y evaluaremos, para tratar de redondear cada cuestión. Y en todo caso, si en alguna nos tenemos que oponer, también está nuestra responsabilidad generar una alternativa superadora. ¿Por qué me opongo? Porque entiendo que esta alternativa es superadora. Bueno, también en ese marco seguramente habrá, y ojalá así sea, una construcción de consenso. Si nosotros podemos hacer nuestro aporte y mejorar la iniciativa que plantea el oficialismo, bueno, bienvenido sea. La sociedad espera mucho, está muy enojada y con razón de nosotros, con los funcionarios políticos y con la política. Tenemos que ser muy responsables en esto, dejar los egos de lado.

-Cuando dice dejar los egos de lado, ¿se referís a la estructura del peronismo o habla también del gobierno de hoy?

-No… yo hablo... A ver, los egos de quienes estamos en política son importantes. Y a veces, porque una iniciativa es del oficialismo o de la oposición, se la crítica desde ese lugar y no se la analiza con la objetividad necesaria para ver si eso es favorable o no para un sector o para los entrerrianos. Yo creo que tenemos que despersonalizar esas cuestiones y analizar objetivamente si cada idea y cada propuesta es positiva para algún sector de los entrerrianos, para los trabajadores, para los sectores productivos, para la transparencia. Bueno, no importa de quién sea y debemos apoyarla.

- José Cáceres como Julio Solanas, pidieron que el peronismo tiene que hacer una autocrítica. Por el momento, no se observa que alguien levante la mano y diga vamos a juntarnos para hacer una autocrítica. Y parece que va a terminar el año sin que exista ese escenario para que el peronismo haga una autocrítica, reconozca los errores cometidos por mucha gente. ¿Cómo piensa este tema?

-Esta nueva realidad -después de 20 años de oficialismo y que ahora estamos en la oposición-, también nos obliga a generar una estructura de conducción diferente. Antes, el gobernador ordenaba al peronismo, digamos en términos políticos, nos puede gustar más o menos los estilos, pero el gobernador ordenaba la cuestión política. Pero, hoy no somos gobierno. Tenemos los espacios que tienen que ver con la Liga de Intendentes, están los legisladores nacionales, están los bloques de senadores, están los bloques de diputados, está el Partido Provincial, están los Consejos Departamentales. Hoy estoy reunido con José Eduardo Lauritto y charlamos alrededor de una hora y media, debatiendo. No somos quién, nosotros dos, para llegar a una decisión en nombre del peronismo. Pero, sí coincidíamos en que tiene que haber un ámbito, una mesa de conducción que aglutine a todos estos actores, porque no podemos ser los diputados provinciales un satélite, por un lado; los senadores por otro; los legisladores nacionales por otro; la Liga de Intendentes, por otro lado; los concejales; el justicialismo por otro lado. Tiene que haber una mesa que nos aglutine. Después cómo se define esa conducción, se verá, lo resolveremos entre todos. Y, obviamente, en la construcción de esa mesa tiene que haber una autocrítica y un debate necesario para poder mirar hacia adelante. Si negamos el pasado, si no queremos hacer esa autocrítica, seguramente nos vamos a volver a equivocar hacia adelante. Pero, no es tirándonos piedras de una vereda a la otra entre los peronistas cómo vamos a solucionar los problemas. Sino generando estos ámbitos que tienen que aportar a la conducción del peronismo, previo a una autocrítica o a un análisis muy fuerte de qué fue lo que nos pasó.

-Estuvo en el acto de asunción de Mauricio Davico como intendente de Gualeguaychú.

-Así es. Las características que tiene la política de Gualeguaychú son particulares, no somos ni mejores ni peores, somos particulares. Me gustó mucho compartir el traspaso con todos los intendentes. Estábamos ahí Luis Leissa, Emilio Martínez Garbino, Daniel Irigoyen, Esteban Martín Piaggio. Y el clima fue de absoluta normalidad. De ahí hubiéramos podíamos ir a comer un asado tranquilamente y no había ningún problema y lo hubiéramos pasado fantástico. Gualeguaychú después de 36 años cambió de signo partidario. Obviamente, este cambio genera una expectativa muy importante en la sociedad. Las características de “Palito” Davico, el actual intendente, son muy particulares, es un hombre muy llano, muy sencillo, es muy fácil acceder a él; tiene buena capacidad de gestión. Bueno, tendrá que trabajar y demostrar y nosotros ayudar. Le dije que todo lo que yo le pudiera ayudar con mi experiencia de ocho años, que cuente conmigo, para que tenga una buena gestión. Cuando uno es intendente, esa experiencia te marca a fuego, te marca fuertemente, no te sacas más de encima esa experiencia. Y el amor que desarrollas y el afecto por los vecinos y por la ciudad va mucho más allá de las cuestiones partidarias.

-José Carlos Halle siempre destacaba que usted se sabía las calles y los rincones de Gualeguaychú. Halle decía que él nunca podría lograr ni el 25 por ciento de ese saber. Bueno, usted tuvo dos gestiones e intentaron que fuera por otra y no lo convencieron.

-En la vida lo más difícil no es entrar, sino es saber salir, tanto en la actividad privada, en los negocios, como en la actividad política. Saber salir a tiempo, es dificilísimo. Yo creo que la etapa mía como intendente ya está cumplida, fueron ocho años. Después de la experiencia de ser padre de cuatro chicos, la mejor experiencia de mi vida, la que a mí me enriqueció como persona, porque salí mejor persona que cuando llegué a la intendencia, fue esa experiencia que te da el interactuar con todos los vecinos. Pero, ya es un proceso agotado. Lo que yo le puedo dar a la política, a la sociedad, lo tengo que hacerlo de otro lado.