
En el oficialismo requieren de dólares para el sostenimiento del plan económico
El Gobierno recibirá este lunes el segundo desembolso del Fondo Monetario Internacional por USD 2.000 millones y decidió que ejecutará una operación de deuda interna entre el Ministerio de Economía y el Banco Central. Será un pase de dólares de un cajón a otro en el sector público que involucra a las Letras Instransferibles hoy en manos del ente monetario, y que redundarán en mayores reservas netas en divisas.
Fuentes oficiales confirmaron a Infobae que, tras la llegada de los fondos prevista para hoy, el Gobierno cancelará una nueva porción de estos títulos emitidos por el Tesoro y sin valor de mercado. La principal novedad en esta segunda etapa del acuerdo iniciado en abril radica en la reconfiguración de las metas de reservas, menos exigentes para este año: serán unos USD 5.000 millones inferiores a lo planificado originalmente.
Al respecto, el ministro de Economía, Luis Caputo, explicó el último jueves por la noche: “Es algo mucho más lógico. La acumulación de reservas es una consecuencia de las bondades del programa económico. No se puede establecer una fecha exacta para la adquisición de una cantidad determinada de reservas. De hecho, ocurrió con la revisión del 13 de junio; tal vez las compras se efectuaban el 18 de junio. No se puede fijar una fecha precisa”.
Cómo funciona la recompra de Letras
Según el balance actualizado del Banco Central, hasta el 23 de julio, la entidad cuenta con unos USD 16.753 millones en Letras Intransferibles, frente a los USD 23.713 millones registrados a principios de mayo. Esta disminución refleja la primera operación de deuda interna de este tipo oficializada por el Central el 6 de mayo. El procedimiento consiste en transferir la tenencia de dólares entre dependencias del Estado nacional, sin modificar el monto total de reservas brutas.
El traspaso de dólares desde el Tesoro al Banco Central implica un cambio en el acreedor del Estado nacional y mejora la posición de reservas netas del BCRA, aunque el volumen total de reservas brutas permanece sin modificarse. Esta dinámica responde a que los dólares de los Derechos Especiales de Giro (DEG) —la unidad de cuenta convertible del Fondo Monetario Internacional— dejan de estar en poder del Ministerio de Economía para integrarse a los activos externos del Banco Central.
Desde el punto de vista contable, cuando los fondos permanecen depositados por el Tesoro en el BCRA, se contabilizan como encajes y suman a las reservas brutas. Tras ser trasladados al activo de la autoridad monetaria, pasan a formar parte de las reservas netas, disponibles para eventuales intervenciones en el mercado en un esquema de flotación administrada entre bandas. De esta manera, el stock total de divisas no varía, pero sí cambia su composición interna.
Las Letras Intransferibles son títulos surgidos en 2006, cuando el gobierno de Néstor Kirchner canceló la deuda con el FMI utilizando reservas internacionales y le otorgó al Banco Central un título público en dólares no negociable. Desde entonces, este mecanismo se empleó en distintas ocasiones para que el Ministerio de Economía obtuviera divisas y afrontara compromisos de deuda externa. A cambio, entrega al Central instrumentos que no pueden venderse ni negociarse, con vencimientos a diez años, bajo interés o sin rendimiento, y con renovación automática.
Santiago Bausili, actual presidente del BCRA, introdujo recientemente un cambio en la valuación contable de estos títulos. Anteriormente, las Letras se registraban a valor técnico en pesos, calculado con el tipo de cambio oficial. Operadores del mercado señalan que este método permitía que, ante una devaluación, el valor en pesos de los papeles aumentara, generando una ganancia contable para el BCRA, que luego podía transferirse como utilidades al Tesoro.
Un informe de Quantum Finanzas detalló que la última operación consistió en que el Tesoro retiró fondos de las reservas por el equivalente a USD 12.002 millones. Paralelamente, por instrucción del Decreto 179/2025, recompró al BCRA Letras Intransferibles del Tesoro contabilizadas por ese valor efectivo, aunque el valor nominal original de esos títulos rondaba los USD 40.000 millones. El BCRA eliminó esos papeles de su activo y mantuvo su nivel de reservas brutas. Ahora, esas reservas son propias, clasificadas como “Otros” en el balance.
FMI: resultados de la primera revisión
Tres meses y medio después del acuerdo Extended Fund Facility (EFF), el Gobierno y el Fondo Monetario Internacional alcanzaron un entendimiento en la primera revisión de metas trimestrales, que incluyó un ajuste en los objetivos de acumulación de reservas internacionales, un área donde el BCRA quedó por debajo del umbral mínimo previsto para esta etapa del programa.
El acuerdo vigente con el FMI presentó avances y retrocesos, especialmente en relación al tipo de cambio: la cotización del dólar descendió a mínimos de la banda de flotación y luego se aproximó al techo. La política de reservas transitó una fase sin intervención del Banco Central y, luego, una aceleración en las compras de dólares por el Tesoro junto al desarme de las LEFI (Letras Fiscales de Liquidez), lo que modificó la estrategia monetaria.
En un comunicado, el FMI destacó: “La sólida implementación de las políticas permitió una transición fluida hacia un régimen cambiario más flexible, con inflación en descenso y crecimiento económico sostenido”. El Directorio Ejecutivo remarcó el compromiso de las autoridades para salvaguardar el ancla fiscal, fortalecer el marco monetario y reconstruir reservas, sumado al impulso de reformas orientadas al crecimiento.
Sin embargo, el organismo internacional subrayó que el Gobierno no alcanzó la meta de reservas establecida para mediados de junio. “Aunque no se cumplió la meta cuantitativa de acumulación de reservas internacionales netas, se lograron otros criterios clave de desempeño y objetivos indicativos, y se implementaron medidas correctivas para acercar las reservas al objetivo establecido”, señaló el FMI.
En el plano monetario, un área especialmente crítica en las últimas semanas, Kristalina Georgieva planteó que las condiciones contractivas deben sostenerse para mantener el proceso de desinflación y remonetización. Además, consideró necesario mejorar el marco monetario para una administración más eficiente de la liquidez y para mitigar la volatilidad de las tasas de interés.
Georgieva puntualizó: “Las mejoras al marco monetario permitirán optimizar la gestión de la liquidez y mitigar la volatilidad de las tasas de interés. Es fundamental que exista mayor claridad en el régimen monetario a mediano plazo para consolidar el proceso de desinflación”.