¿De qué estábamos hablando?

Julián Pasternak Para afrontar el hastío de la libertad (todas las posibilidades del mundo al alcance de la mano, y yo aquí encerrado en un cuarto piso) fuimos el viernes a ver la luna de cerca. El observatorio de La Nueva Esperanza está metido en la ciudad, a 20 o 30 cuadras de cualquier lado, en el medio de una plaza que antiguamente ocupaba