Querido Pepe

Pepe Elinson sabía que la muerte le iba a llegar de un día para el otro en estos duros tiempos. Había zafado varias derivaciones a terapia intensiva en el último año, nunca se terminaba de recuperar, pero igualmente no dejaba de soñar con proyectos. Esa soledad en el Hospital Palma, donde estaba internado desde el año pasado, por su crítica