Seis tristes tigres

El Instituto de Suspensión de Juicio a Prueba funciona como puede. Quienes están a cargo de controlar a aquellos que cumplen tareas comunitarias se desviven para evitar que no se descarrile del plan establecido y quedar así en medio de una tormenta mediática. Otra discusión, que no es ajena, tiene que ver con las condenas condicionales que fijan